Tenia en mente otro post pero siendo la noche del día 5 de enero, pues toca contar una de noche de reyes.
En mi primera casa teníamos una salita comedor que era donde se comía, veía la tele etc... y un gran salón, de adorno para acumular polvo, para no poder jugar en el, no vaya a ser que rompiéramos algo. Ese salón solo servía para dos días al año. Nochevieja y Reyes.
Era la única noche del año en que me costaba dormir (soy una marmota). Los nervios, el azúcar de los caramelos. Me levantaba muy temprano, 5 de la madrugada, hacia una incursión ninja al salón los veía allí, de muy pequeña no envolvían mis regalos los dejaban expuestos en el sofá del salón. Me quedaba mas tranquila y volvía a mi habitación. Cuando llegaba la luz del día me levantaba y a jugar.
Recuerdo a mi padre y a mi abuelo jugando a un juego de coches, mientras mi hermano lo miraba sintiéndose estafado, por no poder jugar.
Recuerdo un cochecito de niñera inglesa, azul marino ( se que existen ese modelo de coche de bebe en la realidad) con un muñeco pelón.
Recuerdo que durante varios años tuve un maletín de doctora. Y a la Nancy que le crecía el pelo y que mi hermano destrozo.
Recuerdo un camión mecano con un destornillador eléctrico de juguete que use yo mil veces mas que mi hermano que era el dueño original de tal maravilla.
Ahora se habla mucho del consumismo, de que los niños antes no teníamos tantos juguetes, no lo se, por que yo siempre recuerdo mis reyes cargados de muchos juguetes.
Y tu?
PD: Por un Serpentín cacé a mis reyes.
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