Después de tres años, de muchos madrugones, de no disfrutar de un puente ni una Semana Santa, de miles de cafés, paellas a horas raras y muchos, muchos, muchos vasos fregados, mi andadura en la cafetería acaba. El día 31 sera mi último día.
La traspasan y yo no voy en el. No me quejo por que al despedirme me da la oportunidad de renegociar mi contrato con los nuevos dueños, en el caso de que quieran seguir contando conmigo.
El balance de este tiempo, no lo se, siempre he dicho que este trabajo, era el que me daba el dinero para pagar las facturas, no es mi trabajo soñado. Pero también me da pena, son muchas las experiencias vividas. Es una etapa de mi vida que acaba, ni mejor, ni peor.
Me da miedo el futuro, la cosa esta fatal para encontrar trabajo y no tengo un gran colchón, ni años de paro para que me de igual, el no encontrar trabajo pronto.
A partir de ahora disfrutare de los domingos.
PD: Si alguien sabe donde hay curro que avise.
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